miércoles, 29 de agosto de 2007

Visita nuestra pequeña Alemania en Venezuela


El día 17 de Septiembre de 1840, durante el segundo período del Gobierno del General José Antonio Páez; envió, el entonces Ministro de Relaciones Interiores, Doctor Ángel Quintero, una carta al Coronel Agustín Codazzi, residente en Francia. En dicha carta, el Ministro Quintero solicitaba a Codazzi información “sobre terrenos incultos, propios para fundar pueblos y empresas de agricultura, minerías y otras industrias de fácil desarrollo, a fin de propiciar la traída de emigrantes europeos”.Entre la carta de Ángel Quintero y la llegada del primer grupo de inmigrantes a la Colonia Tovar, fue necesario un gran esfuerzo de consultas, gestiones oficiales y exploraciones por parte de Codazzi, en las cuales intervinieron personas de todas las clases sociales.Todo ese esfuerzo hizo posible que un contingente de familias, en su mayoría alemanas, pudieran establecerse en este hermoso y alto valle donde nace el río Tuy, y hacer de él su morada definitiva y la de sus descendientes, uniendo su futuro al de Venezuela.Más del 90% de la inmigración original de la Colonia Tovar provino de la región de Kaiserstuhl, dentro del Gran Ducado de Baden, situado al suroeste de Alemania.
Los Empresarios.El donante de las tierras donde se asentó la Colonia Tovar fue Don Manuel Felipe de Tovar, y la empresa para el proyecto de fundación y explotación de la Colonia se formó con dos socios activos que eran: Agustín Codazzi y Ramón Díaz, y un fiador que fue Don Martín Tovar y Ponte.Los contratos con los inmigrantes, tanto casados como solteros, fueron firmados en Endingen, en la Posada llamada Der Pfauen, ubicada a pocos metros de la puerta de entrada de la ciudad (Stadttor) enclavada en las aniguas murallas de protección de la época medieval.
El largo camino a seguir.
El 18 de Diciembre de 1842 emprendieron a pie el camino que los llevó hasta el cercano río Rin, donde abordaron unas barcazas que los condujo, aguas abajo, hasta la ciudad y puerto fluvial francés: Estrasburgo. Allí desembarcaron y durante 21 días recorrieron a pié y con la ayuda de algunas carretas el largo camino invernal del norte de Francia hasta su llegada de Le Havre.Los inmigrantes en número de 391, partieron del puerto francés de Le Havre, en la Fragata francesa Clemente. Los inmigrantes embarcados comprendían 240 hombres y 151 mujeres.
La partida de Le Havre se realizó el 19 de enero de 1843, llegando a La Guaira el día 4 de marzo, siendo sometido el barco a cuarentena, con motivo de una epidemia de viruela que se había declarado a bordo.El barco tuvo que dirigirse a Choroní, donde se les había autorizado a permanecer hasta completar la cuarentena.
La Llegada.
El 31 de marzo iniciaron los colonos el viaje desde Choroní hacia Maracay, de donde siguieron algunos días después hasta la Victoria, allí comenzó el ascenso hacia la futura Colonia Tovar, cargando la mayoría del equipaje en bestias y continuando los colonos el viaje a pié.

La fundación.
Desde la partida de Endingen habían transcurrido 112 días, hasta la llegada al Palmar del Tuy, marcando el inicio formal de la Colonia Tovar: lugar al que arribaron el 8 de abril de 1843.A los tres meses de la llegada de los colonos se publicó en la Colonia Tovar el Prospecto de Boletín bilingüe, español – alemán, se fabricó la primera cerveza artesanal de Venezuela, se creó el primer jardín Botánico, y estaban funcionando regularmente la escuela y el dispensario.El proyecto de colonización agrícola de la Colonia Tovar fue previsto por Codazzi como una empresa privada, de la cual se derivaría un beneficio importante para Venezuela, como era el desarrollo de tierras agrícolas hasta entonces baldías.

La Economía.
Durante el Gobierno de Guzmán Blanco, comenzando en 1870, logró la Colonia muchos progresos, los cuales se reflejaron en la economía de la misma. La próspera economía del café indujo a los colonos a expandirse fuera de los límites de la Colonia, cultivando las tierras al norte de la cordillera.Con el correr de los años, y a pesar de numerosos contratiempos, los “Colonieros”, denominación con la que desde un principio se conoció a los descendientes de los colonos alemanes, fueron intensificando el cultivo de legumbres, verduras y frutas, que se vendían bien en Caracas o en La Victoria. Aprovechando así mismo la magnífica calidad de las maderas en las zonas próximas a la Colonia Tovar, los Colonieros comenzaron la fabricación de toneles que se vendían, especialmente en La Victoria.

El Turismo.
En el año de 1964, durante el Gobierno de Rómulo Betancourt, se decreta a la Colonia Tovar y áreas adyacentes como zonas de interés turístico, mediante el Decreto Presidencial Nº 1165, y a partir de entonces los diversos sectores del Municipio Tovar se han ido integrando al turismo.Poco a poco y aprovechando las excelentes condiciones climáticas de la zona, así como la gastronomía propia de su nativa Alemania, y la habilidad de los Colonieros para la fabricación de toda clase de artículos artesanales, fueron comprendiendo los nativos de la región, las espléndidas posibilidades turísticas del valle.El primer Hotel que se construyó fue el Selva Negra, al cual siguieron el Kaiserstuhl y el Drei Tannen. Posteriormente se construyeron el Bergland, Alta Baviera, Edelweiss y muchos más, convirtiendo a la Colonia Tovar en uno de los primeros focos turísticos del país y, sin lugar a dudas, el de mayor ingreso per cápita de Venezuela, en proporción a su población.

Sus pobladores.
El núcleo de la Colonia está hoy compuesto por, aproximadamente, 8.555 personas, siendo la población en realidad mucho mayor, ya que en todo el Municipio Tovar contamos con unos 16.000 habitantes, además de la infinidad de personas han construido casa de descanso o veraneo en este idílico lugar.En la Colonia Tovar, brillante y exitoso ensayo de colonización, efectuado por un grupo de venezolanos del siglo pasado, y llevado a cabo por el tesonero esfuerzo y continuo trabajo de aquellos Colonieros que dedicaron los mejores años de su juventud, puede disfrutar el habitante de nuestras pobladas urbes, un lugar de aire limpio y fresco, no contaminado y solazarse por algunas horas o días en un ambiente que, años después, posee muchas de las características y peculiaridades de su Alemania originaria.

lunes, 20 de agosto de 2007

Film venezolano denuncia los crimenes del aborto

Para Ecuavisa, la producción nacional es de suma importancia, al igual que el apoyo a la producción latinoamericana.
Es así como Venezuela llega a las pantallas cinematográficas ecuatorianas con 13 segundos, un impactante largometraje cuyo título hace referencia al tiempo aproximado que un nonato puede sobrevivir fuera del vientre materno. La película presenta una historia donde la realidad y crueldad se fusionan para mostrar uno de los casos más frecuentes de la sociedad actual: el aborto.Durante el fin de semana de su estreno en Venezuela “13 segundos” batió récords convirtiéndose en la película venezolana más taquillera durante sus primeros tres días de exhibición en todo el territorio nacional, y en tan sólo una semana, se convirtió en la película más taquillera producida en este país.Escrita y dirigida por Freddy Fadel, y protagonizada por un selecto reparto actoral, el film muestra por primera vez en el cine a escala internacional, escenas reales y científicas del aborto a través de un estremecedor relato inspirado en hechos reales.
Sin saberlo, cinco bebés están en el borde de la vida y la muerte. Sus madres deben decidir si las criaturas que llevan dentro podrán o no continuar su camino y sólo ellas tendrán esa respuesta. Claudia, interpretada por Gabriela Vergara, es una ejecutiva que da todo por su carrera; Luisa (Daniela Alvarado), la hija sumisa e insegura que deberá hacer lo que su madre Teresa (Carmen Julia Álvarez) una mujer fría e implacable le ordena; Lorena (Nohely Arteaga) madre y esposa dedicada; Mercedes (Lourdes Valera) junto a su esposo Alonso (Roberto Lamarca) lleva 12 años buscando desesperadamente un hijo; Daniela (Sabrina Seara), una adolescente enamorada y manipulada por el novio y María (Rossana Fernández) una joven humilde presionada por la necesidad de su familia y el trabajo que pasa su madre Caridad (Gledys Ibarra).
Con escenas reales de fetos dentro del vientre de la madre -tomadas con una cámara especial única en Venezuela, de las cuales sólo hay ocho en el mundo-, la película entrelaza las cinco historias develando el brutal mundo del aborto y marca el proceso y la decisión de estas mujeres que renuncian a sus hijos. Grabado enteramente en la ciudad de Maracay, el largometraje contó con el apoyo constante de especialistas en ginecología y obstetricia, quienes colaboraban con los conocimientos médicos durante el rodaje.A través de casos singulares, “13 segundos” desnuda, de forma cruda, el sórdido mundo del aborto, y refleja un problema que miles de mujeres viven en el mundo. En la película, la intensidad de cada historia sucede paralela a la otra, con un desenfrenado ritmo dramático y una reflexión punzante que nos comprometerá a respondernos si seríamos capaces de negociar con la vida.
Avances y videos promocionales de la película en el sitio web del film a través de la dirección electrónica: http://www.13segundos.com/

domingo, 5 de agosto de 2007

La hipócrita actitud del gobierno venezolano sobre el aborto


Algunas reacciones a la aprobación del artículo 44 del nuevo texto constituyente, donde se establece que "el derecho a la vida es inviolable" (y no se aclara que esta inmunidad pesa desde el momento de la concepción), harían pensar que los legisladores están proponiendo que el aborto sea obligatorio en lo sucesivo. Tan encrespadas han sido algunas respuestas y tan perplejos se muestran algunos ante la redacción mencionada que diera la impresión de que en nuestro país nadie ha interrumpido voluntariamente un embarazo, que si esto ha ocurrido muy pocos estaban al corriente y que será la nueva constitución la que fundará la tradición del legrado.

La verdad es que en Venezuela hay mucha hipocresía y mucha disposición para salir en plan "adalid de la justicia" sin tomar en cuenta esa minucia que es la realidad. Y la realidad apunta a que, aún cuando está vigente la penalización del aborto, en Venezuela se interrumpen los embarazos en cifras que el Estado ignora pero que son tan elevadas que constituyen un problema de salud pública. La propia viceministra de Salud, Ana Elisa Osorio, ha afirmado que alrededor de 20% de las muertes de mujeres paridas se deben a sepsis producto de abortos chapuceros. Esto significa que no llevamos la cuenta de los abortos que se realizan diariamente en el país... pero sí de los decesos que su práctica marginal produce. Esto significa, pues, que por un lado van las leyes y los discursos de los legisladores y de los indignados... y por el otro, muy otro, va la realidad, ese carromato cargado de abortos clandestinos, mujeres desangradas, abortos en clínicas, mujeres anestesiadas, abortos perpetrados con tenedores oxidados... mujeres muertas.

En Venezuela se está abortando con ley, sin ley, con discursos y sin discursos. No es un artículo de la Constitución ni una frase fotogénica los que van a interrumpir lo que ya es un ejercicio cotidiano. Eso no lo están inventado los legisladores ni lo van a detener los denunciantes. Y también salen sobrando las monsergas de algunos que se creen propietarios exclusivos del denuesto contra el aborto. La verdad es que el aborto no es un acto de vandalismo sino de desesperación, de dolor, de espanto. A todos nos horroriza el aborto (a las mujeres más, por cierto, dado que el roto, la estampida nocturna, la nana del aullido, el nudo en la garganta obran en nuestro cuerpo. Solamente en el cuerpo de la mujer... no en el rictus que desaprueba, no en el índice que acusa, no en el puchero del escándalo).

El aborto es el horror. El horror muchas veces transitado, convengamos pues. Y también es un negocio. En eso tienen razón quienes acusan a la Constitución de abrir una hendija al horror. Cuando no se realiza en el ámbito de los métodos caseros, de la ferretería de la improvisación y de la mesa del comedor, el aborto es un negocio. Como son un negocio el nacimiento, la muerte y casi todos los Sacramentos. Cuando no se procede con tijeras, con ganchos de ropa y con unos trapos viejos, el aborto es un negocio. Como lo son los partos en las clínicas, los ritos del adiós en las funerarias y la panoplia de la celebración en los bautizos y en las bodas. Tremendo negocio. En dinero y en figuración.

jueves, 2 de agosto de 2007

La leyenda de las Walkirias


En la mitología germánica las Walkirias, Walkyrias o Valquirias son doce divinidades femeninas semejantes a las amazonas griegas, hermosas y guerreras.Como diosas de la guerra escogían a los combatientes que morirían en las batallas y que morarían el Walhalla (Paraíso de los guerreros), decidiendo además la suerte de las batallas. Se las representaba como vírgenes audaces que cabalgaban por el aire, presenciando los combates que ellas arbitrarían. Conviene aclarar que estaban subordinadas al dios supremo Odín o Wotan. Por ende, sus decisiones en última instancia correspondían a la voluntad de la divinidad máxima del panteón germánico.
Las Walkyrias eran presentadas generalmente como hijas de Odín, habitaban el Walhalla y escanciaban el hidromiel y la cerveza entre los héroes recompensados por sus hazañas terrenas.La voz Walkyria proviene del germánico walkyrien, que significa literalmente "elegir entre la matanza" y traduce de manera precisa la función selectiva de estas deidades. Se trata de un compuesto formado por el sustantivo wal (matanza) y el verbo küren (elegir). Los nombres de las Walkyrias se relacionan con la actividad bélica. Poe ejemplo, Brunilda, una de las más famosas, significa "armadura" y "combate". Mayoritariamente tenían origen celeste pero a veces muchachas de estirpe noble eran acogidas en vida como Walkyrias (como Brunilda en la leyenda de los Nibelungos) y otorgaban en ocasiones su amor a héroes famosos.
Por su influencia en la suerte de los combates, fueron a veces confundidas con las Nornas de la mitología nórdica. Estas eran tres deidades que regaban las raíces del árbol cósmico Iggdrasil -el eje del mundo- y determinaban el destino de hombres y dioses. Las Nornas eran deidades principales y las Walkyrias, secundarias.El célebre compositor Richard Wagner compuso un drama musical en tres actos (1870) que lleva el nombre de estas divinidades. El drama de las Walkyrias constituye la primera parte de la tetralogía "El anillo de los Nibelungos".
El Walhalla germánico recuerda a los Campos Eliseos de la mitología griega, una de las partes en que estaba dividido el mundo subterráneo o Hades (Infernus en latín, significando inicialmente "propio de las regiones inferiores/ de abajo/ inferior"). Walhalla, Valhalla, Walholl o Valholl se traduce como "pórtico o palacio de los guerreros". Aparece situado en el Gladsheimour o Gladheim ("hogar o mundo de la alegría"), el sitio donde recalaban los héroes muertos en combate. Las palabras inglesas glad (feliz, alegre, contento) y home (hogar) derivan de esos dos términos germánicos que aparecen en Gladheim.Este palacio tenía 540 puertas (cifra múltiplo de 12) y estaba repleto de aparejos bélicos.
Las paredes y el suelo estaban cubiertos de escudos, espadas y corazas, y los huéspedes hacían continuo uso de ellos, ansiosos de que llegara el momento de luchar contra el lobo Fenris. Las heridas provocadas por los combates curaban allí milagrosamente.Tras las luchas venían los festines presididos por Odín y servidos por las bellas walkyrias. Allí se bebía el líquido que manaba de la ubre de la cabra Heidrun y se comía la carne del jabalí Sherimonir, que se renovaba todos los días.